“Algunos hacen los que otros solo sueñan”

Frase en la cual fui etiquetado en el facebook días antes del Ironman 70.3 de Panama. Frase que me dio mayor consciencia de lo que estaba aconteciendo. Para mí una carrera más. Para el mundo el regreso de Lance Amstrong al triatlón!!!

Viaje sin demasiadas ilusiones de resultado, sabiendo que sería mi primera competencia de la temporada. Después de algunas semanas entrenando bien podría enfrentar el reto, pero no creer que haría “la carrera del año”. Aunque en los sueños uno siempre mantiene vivo ese pensamiento como forma de motivación. Solo que con pocos días previos a la competencia se dio a conocer la información de la participación de Lance en dicha competencia. Aquella en la cual yo estaría presente. Y eso le cambio un poco el foco de mi participación.

Si bien estaría largando con ganas de dar mucho, de buscar un resultado difícil y trabajado debido al gran nivel de atletas, este hecho diferente a todas las demás carreras en las cual he largado le agregaría un condimento especial a lo que en un futuro será mi histórico personal deportivo. Quien no ha soñado alguna vez con estar en una competencia de alto nivel, lado a lado de los grosos, yo lo hice. Sentirme un gran ciclista en la época del Tour de France escalando los Pirineos junto a los mejores exponentes del ciclismo, estar junto a ellos y ser parte de ese mundo apasionante del deporte de elite. Y sí, se que en el tria para muchos estoy dentro de un grupo de elite y me ven como un gran exponente, pero no por eso dejo de tener mis fantasías. Por eso considero ésta como una oportunidad que se me ha dado la de estar rozándome con una estrella a nivel mundial. No sé cual ha sido su mirar, su visión de la carrera y dentro de ella con los demás corredores, yo les puedo decir que me sentí ocupando el lugar que muchos quisieran estar en ese momento.

Análisis previo de la carrera; atletas de renombre que forman parte de las largadas de Triatlón Olímpico ITU, medallista olímpico, grandes nadadores y excelentes corredores, esto por un lado. Astros del pedal, ganador por siete veces el Tour de France, otro considerado el mejor ciclismo del circuito Ironman y 70.3, nuestro gran Oscar, franceses referentes en toda competencia con un ciclismo duro. Algunos ya top cinco en Hawaii. Y yo, viendo en qué lugar podría alistarme. Con este valioso “Star List” no daría otra cosa que una excitante competencia y a una velocidad muy alta.

La largada fue dada sin poder entrar en calor, solo un poco de elongación y movimientos previos. Atrasado por cuestiones de logística del circuito fueron varios minutos en el cual nos encontrábamos cara a cara con el resto. Entre los conocidos se escapaban algunas palabras, charlas cortas y casi sin sentido solo para pasar el momento. No podía evitar a cada tanto mirar algunos iconos del Tria, y claro que también al icono del ciclismo, quien se comportaba de forma calma pero algo distante del resto. Finalmente caímos al agua y rápidamente nos alistamos. En menos de un minuto la largada fue dada, y el ritmo de partida muy rápido como era de preveer. Los primeros 400 a 500mts estaba en la cola de grupo principal, solo que después poco a poco abrieron una luz que se ampliaba con el correr de los metros. Aunque colgado de ese grupo la diferencia no fue tanto como en otras oportunidades, ayudado por el circuito en línea recta sin la dificultad de las boyas, y por la corriente del canal que facilitó a los menos nadadores para poder mantener un ritmo más fuerte del acostumbrado.
Al salir del agua la transición se transformo en ritmo de olímpico, cada segundo vale mucho la pena. Es quedarte en el grupo o terminar persiguiendo. Ya subidos en la bicicleta sabía que ahí realmente la competencia comenzaría. No tuve dudas a los pocos km cuando Galindez me pasó a un ritmo fuera de lo normal para ser el comienzo de la etapa. No dude ni por un instante, él los quiere conectar, pensé. Y fue así como en un retome varios km más adelante vi que el grupo de grandes ciclista estaba siendo perseguido por un león hambriento. Por mi lado me dije, aguanta hasta donde puedas y seguí dentro de la competencia. Subiendo bien y aprovechando las bajadas con curvas abiertas la motivación se mantenía intacta. No eran muchos los segundos que me abrían por el momento. Pero consciente que adelante estaría la clave para el resultado final. Uno escapado algunos metros adelante, y un grupo de 5 o 6 en la marcación del astro del ciclismo. Yo me preguntaba, Lo podrán aguantar? Sin dudas que el va a querer hacer su diferencia. El va a querer hacer el mejor parcial? Y así demostrar ante las miradas del mundo quien manda sobre las dos rudas. En el retome de la mitad del ciclismo mis esperanzas caían un poco, pero todavía con algo bajo la manga, mi corrida, si es que podía hacerlo bien. Ya que no paso mucho tiempo más para darme cuenta que las piernas no respondían de la misma forma. Viento en contra y mas subidas fueron suficiente para terminar bajando mí ritmo. Y el grupo principal que comenzaba a disolverse, solo Lieto, un Frances y Galindez aguantaban el fuerte ritmo impuesto por Lance y por ellos mismo. Una larga recta me quito la posibilidad de acompañar más sobre ese desenlace. El mío era simple, aguantar km tras km y tratar de alcanzar o pasar a alguien. Ya en los km finales nuevamente me cruce con la punta de la competencia, con tres en la frente y algunos perseguidores en solitario. A esta altura yo me encontraba con Santiago Ascenço.

Nuevamente en la transición ya con un agotamiento sobre las piernas fue difícil repetir la primera transición a ritmo de Triatlón Olímpico, fue más parecido a velocidad de Ironman. Junto con Ascenço pensé que podría marcar un ritmo que nos permitiera llegar fácilmente a quien se encontraba por delante, no todos, pero al menos algunos posibles de ser alcanzados. No fue así, Santiago no tendría su mejor día, no correría como siempre. Y yo si bien no estaba con todas mis energías podía avanzar algo mejor que él. De a poco comencé a recorrer los km finales de la competencia, buscando avanzar km tras km, luchando contra el fuerte viento y contra el desgaste propio. Hidratándome, alimentándome y alentándome. No es fácil seguir en el camino cuando el resultado no es de los mejores. Motivado en la punta es fácil. Ahora luchar por los puestos de retaguardia nos demanda buscar en nuestro interior algún motivo extra para poder hacerlo con mayor dignidad. Porque luego de finalizado por mas aplausos y felicitaciones que recibamos si uno mismo no siente plenitud en su entrega no hay halago que valga. Recupere algunas colocaciones. Luche para llegar al final lo más adelante posible. Disfrute del estar ahí. Sentí agotamiento, pero di lo mejor y eso me hizo atravesar la línea de llega satisfecho por formar parte de un grupo de atletas que desde algunas horas atrás estaban en el ojo del mundo. Bajo el mirar de miles de personas, triatletas, ciclistas, aficionados y pro, hinchas fanáticos y curiosos que no querían perderse por nada en el mundo el desenlace de un triatlón que en su debut dentro del circuito fue tan acompañado por el periodismo como casi lo es un mundial.

“Sin ganas nada se empieza bien” comento un amigo. Y nada más verdadero que eso. Sin importar de qué se trate será solo con entusiasmo y motivación que tendremos la suficiente fuerza para alcanzar nuestro mayor deseo. Días posteriores el cansancio había desaparecido. Los nuevos entrenamientos ya estaban listos para ser enfrentados. Y si algo nuevo estaba en mí eran las ganas de enfrentar nuevos retos.


Foto: Miguel de las Casas (Aqua Lung)