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Encarando la batalla, Penha 70.3

terça-feira, agosto 30th, 2011

Sabía que no sería fácil, que dolería a cada km recorrido. Y fue eso lo que sucedió. Ya en los días previos el clima no acompañaba, nublado, mucha humedad, lluvia y el agua del mar fría. Pero no por esto fue que la carrera se hizo dura y si por el ritmo impuesto desde la largada.
Con aguas a 16 grados, algo que nunca había visto por estas tierras, el esfuerzo fue grande, no solo por el ritmo fuerte sino que también por el desgaste de las bajas temperaturas sintiendo algo heladas las manos, los pies y la cara. Nadando bastante bien sobre aguas bastante calmas conseguí salir en la cola del grupo principal a casi dos minutos de los punteros Ferreira, Colucci, Brandao y Saccheto.

Foto: Tri Sport

En el ciclismo estaría gran parte de la clave para definirse la competencia. Rápidamente junto con Ascenço juntamos todos los que salieron delante nuestro formando una gran hilera de unos 8 o 9 triatletas. Pero con gran cantidad no significo que se iría más rápido, aunque era una prueba sin drafting el hecho de ser varios que puedan mantener un ritmo veloz en teoría beneficiaria. Rápidamente me di cuenta que solo Ascenço y yo tendríamos que pedalear fuerte si queríamos alcanzar al lote puntero o al menos que no abrieran mayor diferencia, dejándonos cerca para definir en el pedestrismo. Realmente el ciclismo por momento se pedaleo fuerte, con máximas de más de 60km/h y un promedio arriba de los 41km/h. Fueron varias veces donde pensé si valiera la pena semejante esfuerzo, pedaleando por momentos al máximo, haciendo quemar los cuádriceps y gastando gran parte del combustible muscular. También se que si uno quiere ganar tiene que dar su máximo. No hay triunfo sin esfuerzo. Pero me preguntaba nuevamente, será que está bien? No es demasiado? Por otro lado recordaba que el año anterior fue así que conseguí la victoria, buscando en cada metro recorrido.

A pesar de ataques sin éxito con intención de colgar alguno entramos al parque cerrado tres minutos más tarde que Colucci y Ferreira, Brandao sin poder soportar el ritmo de los punteros termino en nuestro grupo y Saccheto faltando algo más de 20km aumento el ritmo alejándose en solitario en busca del triunfo.

Nosotros salimos a correr prácticamente todos juntos, pero rápidamente con Ascenso nos distanciamos. En ese momento sabia que seria a todo o nada en buscar los dos juntos a cada uno de los tres que estaban delante nuestro. Ferreira rápidamente fue conectado. A un ritmo muy fuerte seguíamos pensando en los dos que faltaban. En ese momento veía la gente alentando a uno y al otro, gritando nuestros nombres. Y disfrutando de vernos corre lado a lado, con pisadas casi idénticas, mirada firme hacia adelante. Yo me sentía con confianza ya que mi respiración estaba controlada y mis piernas sueltas. Solo habría que esperar a los metros finales para ver qué sucedería. Solo que con casi 10km recorrido señales de cansancio aparecieron, un calambre en el aductor de la pierna derecha me obligo a disminuir un poco el ritmo, muy poco, pero suficiente para perder contacto con Ascenço. No fue un momento muy agradable ver como metro a metro me abría. Y el dolor que continuaba, y yo queriendo controlarlo, mi mente buscando un motivo que me haga olvidar o distraerme del calambre, pero nada. Los km fueron pasando y 30mts se me fue para 40mts, 50, 60 y nada de querer mejorar la situación. Me hidrataba y alimentaba más queriendo revertir el estado actual para poder nuevamente tener esperanzas de recuperar algún puesto más. Y a la vez pensaba, el ciclismo fuerte me está pasando el precio esta vez. Me costó varios km, diría unos 6 o 7 poder volver a correr con algo de comodidad en mis piernas. Sabía que fue mucho tiempo perdido, pero aun tenia las esperanza de poder alcanzar a Colucci que por su cara no estaba disfrutando mucho. Fue entonces cuando nuevamente pude apretar el ritmo y ver como poco a poco me acercaba. Con un Saccheto inalcanzable con una corrida firme y consistente. Ascenço que no conseguía abrirme más pero que tampoco caía en el ritmo. Colucci pasó a ser el objetivo. Y la gente gritándome y yo entusiasmándome más. Faltaba poco, casi nada, pero lo podía ver. Y si hay algo que tengo es dar lucha hasta los metros finales. Y faltando un km se hace un ida y vuelta, momento ideal para ver que tan cerca estaba. Desde el retome faltarían solo unos 500mts. y él estaba a solo 100mts delante de mí. Claro que así como yo me motivaba él pudo apretar el ritmo para cuidar su tercera colocación.

Foto: Tri Sport

Esta vez no se pudo retener el título, aunque quede feliz por el desenlace. Poder seguir estar en el medio de la batalla ante muchos jóvenes triatletas rápidos y con gran futuro. Ahora queda descansar un par de días ya que muy pronto el desafío será mayor.