Un camino recorrido

Eso es lo que recojo de la participación en el ultimo Half Triatlon de Mar del Plata. Allá por el año 99 después de haber hecho mí primera temporada como elite participe en el Campeonato Sudamericano en distancia Olimpica, competencia que formaba parte de la semana Internacional del Triatlon. Siete dias mas tarde del Olimpico decidi debutar en el Medio Ironman de Mar del Plata. Recuerdo que después de sufrir en el ciclismo deseando que finalice la etapa para así poder sentirme mas cómodo en lo que seria el pedestrismo, disciplina del cual son mis raíces, termine teniendo que abandonar por gran cantidad de calambres en prácticamente toda las piernas sin poder elongar o relajar estirando, porque el solo hecho de mover alguna parte de mi cuerpo significaba un nuevo dolor. En esos años en donde recién me iniciaba solo una media docena de personas coreaban mi nombre, mis padres y algún amigo.
Llegar en la competencia era simple y pasaba desapercibido, con retirada del kit con la presentación del documento de por medio, y siendo las únicas fotos sacadas por mi padre.

Doce años mas tarde me encuentro en una situación totalmente distinta a aquellos años. Tomar la decisión de participar esta vez en el half triatlon me hizo ver muchas cosas importantes que han transcurrido en todo este tiempo que he transitado, sumergiéndome cada vez mas dentro del deporte.

No solo en el trascurrir de la competencia que uno siente el apoyo de la gente. Dias previos y hasta meses antes he recibido mensajes y mail preguntándome si este año si estaría siendo parte de la gran masa de triatletas recorriendo las calles de la ciudad ícono en el triatlon nacional. Toda forma de acercamiento de las personas a cualquier atleta le despierta la responsabilidad de tener que por lo mínimo hacer un papel digno. En estos casos no entra en mi cabeza las disculpas del pos competencia, tal motivo me llevan a dar mi mejor para ese día. Solo así que uno puede retirarse del lugar pleno de haber dado todo. Y que decir de los días y horas previo al gran momento. Llegar de madrugada y que alguien lo este esperando en la terminal, se ofrezca a trasladarme hasta el hotel, este pendiente de nuestras necesidades. Recibir llamadas o mensajes de las personas queridas, amigos. Incluso hay quienes viajaron a ver la competencia cuando supieron que correría.
Hay acontecimientos que hace doce años atrás lo miraba desde la vereda de enfrente con admiración ganas de ser parte. Charlas de presentación de competencias, conferencias de prensa, fotos con admiradores, amigos siguiendo los resultados e incluso la preparación de un proceso a lo largo del año. Cuantas cosas que transcurren en la vida de un atleta. Numerarlas seria escribir un libro o varios, ya que cada atleta tiene su propia historia. Caigo en este comentario para que se tenga noción de cuanto se ha recorrido en todo este tiempo. Años de viajes y preparación, kilómetros y kilómetros, alegrías y tristezas. Que al igual que muchos otros atletas, solo que esta es mi historia, este es mi camino, acompañado de gran cantidad emociones en solitario y en compañía.

Y Mar del Plata no deja de se un libro, y tal vez el mas grande en la historia del triatlon en argentina. Este año se celebró la décima edición del Half Triatlon organizado por ISSport, pero cuantos años ya tiene de historia, yo no lo se por no haberlo vivido desde sus comienzos. Aunque me atrevo a sentirme parte del triatlon argentino por la ultima década transitada y fines de los noventa.
Llegar a la Feliz, como se la conoce a la ciudad, significó despertar nuevamente el ansia de debut, lo misterioso del triatlon, el encuentro con viejos amigos que el triatlon me ha dado, el olor a mar característico de ahí, un paisaje de mar y gran ciudad en la que se vuelve difícil organizar eventos de gran magnitud y que Mar del Plata ha sabido sobrevivir a tra vez de los años. Tomar conocimiento de la presencia de muchos atletas que marcaron el comienzo de este deporte a los cuales solo los conozco o conocía por nombre, por no haber vivido esa época, pero que poco a poco fui escuchando el eco que ellos han dejado a lo largo del tiempo. Eternos deportistas que hasta la actualidad continúan dándole colorido y alegría a la fiesta, con sus historias y cuentos que atraen la atención de los mas novatos. Cenas y almuerzos previos con encuentros casuales que alegran aun mas la estadía. Prensa trabajando para llegar a cada familiar, amigos o interesados en esta tribus del tria y fans aprovechando la oportunidad para una foto acompañadas de palabras de aliento y trasmitir su admiración a nuestro trabajo como atletas que somos. Y en este momento me pregunto que sentirá Galindez con todo esto, si yo que apenas puedo escribir una hoja de este libro tengo mucho por agradecer de lo vivenciado en todos estos años, que podrá decir él que ha formado parte desde los primeros capitulo dándole gran cantidad de contenido a las principales paginas y que aun cuando muchos creemos o creen que esta cerrando su carrera saca nuevamente un as como lo grande que es.

No me imagino siendo parte como alguien importante, pero si que me he sabido ganar el respeto y la admiración del publico, logrando a travez del tiempo mis propios simpatizantes. Trabaje muy duro durante muchos años, no solo como triatleta, también como corredor de calle desde los catorce años. Y ha sido el fruto de eso que hoy me encuentre como candidato en la linea de largada de muchas competencias. Y este Mar del Plata no fue diferente, miradas de atletas y espectadores se dirigían a mí, como a otros, claro, pero el voto de confianza hacia una victoria no fue de pocos. Unos tiene pleno conocimiento del estado actual que se encuentra en cada largada, no mucho de nuestros rivales. Y por ese autoconocimiento es que somos concientes de hasta donde podemos ir o que tan duro haremos nuestra batalla a los demás. Decir que no largo para ganar seria mentir, claro que quiero ganar, y por la mayor diferencia posible. Pero también soy conciente de mis adversarios y que ellos harán todo lo posible para destronarme y ser quien se suba en lo mas alto. Batalla que no deja de ser digna cuando se hay respeto ante quien ademas de querer ganarnos nos esta a la vez obligando a sacar nuestro mejor, dar todo de sí y descubrirnos mas y mas de nuestro potencial.

No fue un domingo mas en la cual un gran grupo de triatletas se sumergian en las aguas para transitar kilómetros a nado, bici y corriendo. Fue el regreso a esta ciudad rodeado de grandes y debutantes, y sintiendome casi como debutante nadé buscando salir con el grupo principal, con un Lucas Cocha escapado por algunos segundos, sentí la falta de ritmo competitivo en el ultimo tercio de una natación sobre aguas bastante tranquilas. En la transición pude ver a varios atletas ya saliendo para pedalear, entre ellos Nantes, Serda, Marito de Lias y a Oscar Galindez. No quería perder mas segundos de los que ya estaba retrasado de mis principales oponentes. Subí a mi bici intentando cazar algunos y no dejar que la diferencia con Oscar se abriera demasiado. Promediando la segunda de las nueve vueltas ya me encontrava segundo y abriendo poco a poco de mis perseguidores, pero adelante parecía que a cada giro recibía una trompada donde la diferencia se ampliaba mas y mas. Sobre un circuito de ciclismo que no me favorecia a mis caracteristicas fui sintiendo el desgaste, pero no por eso dejaba de luchar. No podía dejar de luchar ya que ahora después de aquellos doce años transcurrido yo era parte del epicentro de la competencia. Por eso que digo mas arriba que este año mi situación era totalmente diferente. Con hinchas coreando mi nombre a cada pasada, sacandome fotos y haciendome sentir una figura como pocas. Despues de transcurrido los noventa kilómetros donde me encontré con un Galindez inspirado y motivado como si los casi 25 años de trayectoria no le afectaran en nada salí para correr con fuerza en busca de recortar cada segundo que pudiera, y sabiendo que detrás mio se encontraban Lucas Cocha y Marito de Lias no podía tampoco relajarme demasiado. Así que en los primeros kilómetros del pedestrismo logre quitar diferencia con la punta, pero eso me estaba costando caro ya que los primeros síntomas de degaste aparecían en pequeños calambres en las piernas. No es agradable los calambres y muchos menos en cierta forma sentirse desfraudar a la gente. Ellos que viajan para ver un espectaculo, que madrugan con la ansiedad de quien va a largar, que estan en cada centimetro del recorrido, quieren así como un Galindez que detone en la bici, un Morales que vuele a pie. Quieren sentir esa adrenalina trasmitida del atleta con toda su energia a cada paso, en cada vuelta. Esa sensación de que quien mira sentirse parte de aquel atleta corriendo, volando y descontando suele llevarme a mas y mas. Pero hay ocasiones en donde uno debe elegir cuidar aquel lugar donde se encuentra y no arriesgar perder con quien viene persiguiendolo. A pesar de no ser mi mejor rendimiento, si lo fue en ese momento. Di todo de mi. Enumerar los motivos por el cual no considero mi mejor no lo creo nesesario. Somos atletas y somos humanos. Programamos y nos evaluamos a cada participación. Y los resultados son la consecuencia de lo que somos capaces de hacer en ese momento.Por eso que el resultado estubo muy bien, por un lado encontrarme con un Galindez inspirado y un Marito que temporada a temporada mejora y demuestra un trabajo pensado y diagramado, eso hicieron a que la linea final sea cruzada en segundo lugar, alguien inspirado adelante y otro que apretaba atrás. Un publico que me alento a mi y a cada uno de los sobrevivientes de la batalla del Half